El primer retazo de cabello que consigne fue en el día viernes cuatro de diciembre del año 2015. Detrás de ello no había nada más que una intuición y un deseo curioso de conservar mi cabello porqué sí, junto a la sensación nostálgica e ingenua de querer recordar ese día por ser la primera vez en la que me teñía el cabello. No sé en qué momento exacto ocurrió, pero por la acumulación de la ansiedad y las ganas del cuerpo de autorregularse apareció un pequeño gesto entre manos que consistía en agarrar, doblar, girar, enredar y volver a girar cabellos hasta lograr una suerte de anillo que envolvía el dedo y permanecía allí hasta que se perdía.  El jueves 22 de septiembre del 2016 aparecieron estos anillos de cabello consignados por primera vez en mis diarios y así se desenvolvió la cronología: